La familia Dorsey. Fuente: Sparknotes.com/blog. |
El primer capítulo de Harry Potter y la piedra filosofal (J. K. Rowling, 1997) resulta ejemplar por al menos tres razones:
- Respeta los cánones clásicos mediante los que se presenta una situación inicial conforme a los tradicionales cuentos de hadas. Nos es presentada una familia que cree vivir una situación idílica; y nos es presentado también lo que amenaza a esa situación, que pronto entrará en escena desencadenando la aventura.
- Son frecuentes las repeticiones, bien diseminadas, que gustan a los lectores principiantes y facilitan la memorización de algún dato importante para la trama.
- Respeta los cánones de la fantasía moderna. Resulta que esta familia tan normal es tremendamente aburrida, cuando no insoportable. En la fantasía moderna, el mundo ordinario nos es presentado a menudo como aburrido, opresivo, trágico… en cualquier caso: desencantado e invivible. De ahí que se haga necesaria la irrupción de lo extraordinario.