Fotograma del anuncio del Banco Sabadell que reproducimos íntegro más abajo. |
lunes, 27 de junio de 2016
Fundación de la comunidad: la comunicación
lunes, 20 de junio de 2016
El tú como prójimo: un nosotros comunitario
Fotograma de La Pasión de Cristo (The Passion of the Christ, Mel Gibson, 2004). |
Reconocemos en nosotros, hijos del último siglo, una nostalgia de auténtica vida comunitaria. Al repasar los diversos grados de comunidad que relata Emmanuel Mounier llegamos a la conclusión de que sólo lo que él llama «comunidad ideal» responde con integridad a nuestros anhelos. Allí sostiene Mounier que semejante comunidad «no es de este mundo» y, sin embargo, reconoce que tenemos experiencia de ella, que en algunos momentos nos es regalada esa vivencia en plenitud.
La comunidad ideal es algo que nunca podemos dar por descontado. Rara vez, y sólo de forma frágil y temporal, es un lugar de llegada y descanso. Por lo general, la auténtica vida comunitaria es una constelación de fuerzas vivas, una tensión constantemente renovada fruto de un amor bien orientado. El secreto de esa orientación es tratar a cada persona como a un prójimo. Así lo explica Mounier en “Revolución personalista y comunitaria”, compliado en El personalismo. Antología esencial. Sígueme, Salamanca, 2002.
lunes, 13 de junio de 2016
Aprendizaje por experiencia: ¿Qué es el mundo? ¡Un globo de cartón!
Fotograma de El gran dictador (The Great Dictator, Charles Chaplin, 1940). |
«¿Qué es el mundo?», pregunta el maestro. «Un globo de cartón», responde el alumno. Así parodia Jean-Jacques Rousseau los problemas de la educación moderna en su Emilio (1762). ¿La moraleja? Suele ser un error desvincular el aprendizaje de la experiencia. Hoy suceden cosas similares, y la anécdota que te comparto es real: «¿De dónde viene la leche?». «¡Del tetrabrick!».
viernes, 27 de mayo de 2016
Liderazgo, poder y autoridad
Fotograma de La espada oculta (The Hidden Blade, Yoji Yamada, 2004) |
Un joven samurai, ambicioso y soberbio, quiso desafiar a un viejo y sabio maestro. Al amanecer, acudió a su casa y lo retó. El anciano rechazó el duelo y el joven se puso muy nervioso. Comenzó a insultarle, injuriarle, gritarle… hasta llegó a arrojarle piedras… El veterano hombre de armas ni se inmutó. Al caer el sol, el joven, cansado, enfadado y derrotado en su pretensión, se alejó maldiciendo. Los siervos del viejo maestro acudieron a su amo y le preguntaron: «¿Por qué has dejado que te insultara, injuriara, gritara y arrojara piedras?». Respondió: «Si alguien te hace un regalo y lo rechazas, ¿a quién pertenece el presente?». «A quien quiso hacer el regalo». «Pues lo mismo ocurre con los insultos, las injurias, los gritos y la violencia».
miércoles, 18 de mayo de 2016
¿Qué es la filosofía? ¿Y para qué sirve?
Ponencia presentada en las X Jornadas de la AEP, 6 de mayo de 2016. |
«¿Para qué sirve la filosofía? Sospechaba ayer el profesor Juan José García Norro que esta pregunta puede contender una trampa metodológica. Así lo creo. Creo que encierra una trampa semántica. Si entendemos la expresión “para qué sirve” desde una voluntad de dominio, es decir, si preguntamos “qué efectos, resultados o cambios voy a lograr si filosofo”, entonces mi respuesta es, tímidamente: “No. La filosofía no sirve para nada”. Preguntado desde la voluntad de dominio yo defendería –como tantos otros antes que yo– la inutilidad de la filosofía, porque cuando las ideas son un medio para lograr algo, es muy posible que ya no estemos haciendo filosofía, sino ideología o sofística. Sin embargo, si entendemos la expresión “para qué sirve” desde una voluntad de sentido, es decir, si preguntamos: ¿tiene sentido filosofar? Mi respuesta es, rotundamente: “Sí”. Y en esa perspectiva voy a situarme durante toda mi exposición».
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