Viñeta de Andrés Rábago, El Roto. |
Que me perdonen los fans de Gabo, pero el Periodismo ya no es «el mejor oficio del mundo» porque ya no es un oficio: el periodismo es una profesión. Mirar el Periodismo como oficio es un tópico que sobrevive gracias a la repetición de los veteranos –formados por maestros anteriores a la creación de los estudios universitarios de Periodismo–, un tópico alimentado por esa falsa idea de que «cualquiera tiempo pasado fue mejor».
El Periodismo era un oficio cuando se estudiaba en escuelas de Periodismo y, todavía antes, cuando se dedicaban a él las mejores plumas y los mejores testigos de cada época: los escritores, algunos con vocación juglar y aventurera y otros marcadamente intelectuales. Escribir, es verdad, siempre ha sido un oficio. Cuando el mundo era lo bastante sencillo como para que una inteligencia despierta con sentido común y sensibilidad humana y literaria diera buena cuenta de él, que un escritor oficiara de periodista era más que suficiente.