Te invito a ver la conferencia de 20 minutos que Sir Ken Robinson pronunció en el TED 2006. Allí sintetiza lo que más adelante desarrolló en su libro sobre las epifanías, que en España nos ha llegado con el título de El elemento: descubrir tu pasión lo cambia todo. Es un ensayo muy recomendable para quienes estamos (pre)ocupados por combatir las graves carencias del sistema educativo.
A mi juicio, el punto fuerte de las reflexiones de Robinson es haber identificado muy bien la raíz del problema de la educación actual. Esa raíz –aunque él no llega a formularlo así; y, hasta donde le he seguido, tal vez ni alcanza a ver el calado de su argumento- es precisamente la noción de sistema educativo. El problema de todo sistema educativo es que pre-determina los objetivos y competencias de aprendizaje sin tener en cuenta la idiosincrasia particular del educando. Lo mismo cabe decir de los test de aptitudes, caracterología, cociente intelectual, etc., de los que da buena cuenta en su libro. Todos esos instrumentos están construidos para medir una serie de variables que alguien, previamente, ha decidido como las óptimas u oportunas para todos los seres humanos.