Tira de un comic de Mafalda, personaje creado por Quino. |
Al publicar la caracterización que propone Ken Bain sobre los mejores profesores universitarios, prometí que desglosaría en futuras notas los capítulos más importantes del libro. Hoy te ofrezco mi síntesis personal, en forma de decálogo, sobre qué saben los mejores sobre cómo aprendemos. Cuando me siento a repensar mis metodologías o a diseñar una experiencia de aprendizaje, repaso los puntos de esta lista:
- Se aprende más y mejor de los mejores. Por eso los mejores profesores dominan la disciplina, y también su devenir histórico (problemáticas y soluciones) y saben distinguir los conceptos fundamentales de los desarrollos posteriores. Esto es: aprenden del aprendizaje de los grandes de su disciplina, lo que les permite trasladar ese aprendizaje (no sólo mediante relatos, sino mediante casos y ejercicios prácticos) a sus estudiantes. Sobre esto insisto yo cuando recuerdo a mis alumnos que la experiencia universitaria pasa por renconocernos enanos encaramados a hombros de gigantes.
- Se da la paradoja de que algunos alumnos mantienen creencias equivocadas sobre la disciplina, aunque tienen resultados sobresalientes: ¿Cómo es eso posible? Esos alumnos han aprendido las fórmulas básicas que deben aplicar para la resolución de problemas típicos, pero son incapaces de extrapolar ese conocimiento a situaciones nuevas, porque su marco de creencias antiguo sigue imperando fuera de la asignatura. El libro pone como ejemplo que la mayoría de los estudiantes univesitarios de Física, aun cuando explican y aplican la fórmula de la Teoría de la Relatividad, sin embargo, al enfrentarse a muchos problemas físicos cotidianos siguen siendo newtonianos, por lo que incurren en errores básicos.
- Esta paradoja revela que no es suficiente impartir contenidos (pura información que terminará por encajarse en esquemas mentales equivocados), sino que el profesor debe identificar y trabajar con los modelos y los esquemas mentales en los que los alumnos encajan esos contenidos, para corregir y desbrozar creencias equivocadas.