Páginas

lunes, 8 de abril de 2019

«No te detengas y no tengas miedo de chocar»

Fotograma del Hogwarts Express, animado. Fuente: gfycat.com
Harry Potter ha ido de la mano de Hagrid desde que recibiera la carta de admisión en Hogwarts hasta que estuvo completamente equipado. Se encuentra solo, no obstante, cuando ha de encontrar el andén nueve y tres cuartos, donde un tren, a las 11h, partirá hacia su destino. Llega a la estación e identifica los andenes nueve y diez. Pero, entre ellos, no parece hacer ningún andén nueve y tres cuartos. Los muggles, evidentemente, no pueden ayudarle. Será la madre de una familia numerosa de magos la que, de inmediato, integrará a Harry como a uno de más de la familia.
«-Discúlpeme –dijo Harry a la mujer regordeta.
–Hola, querido –dijo–. Primer año en Hogwarts, ¿no? Ron también es nuevo.
Señaló al último y menor de sus hijos varones. Era alto, flacucho y pecoso, con manos y pies grandes y una larga nariz.
–Sí –dijo Harry–. Lo que pasa es que… es que no sé cómo…
–¿Cómo entrar en el andén? –preguntó bondadosamente, y Harry asintió con la cabeza.
–No te preocupes –dijo–. Lo único que tienes que hacer es andar recto hacia la barrera que está entre los dos andenes. No te detengas y no tengas miedo de chocar, eso es muy importante. Lo mejor es ir deprisa, si estás nervioso. Ve ahora, ve antes que Ron» (Harry Potter y la piedra filosofal, 82).
Ron y Harry serán desde ahora amigos inseparables.

martes, 2 de abril de 2019

Ollivander: «Es la varita la que escoge al mago»

Fotograma de Harry Potter y la piedra filosofal (Chris Columbus, 2001)

El Caldero Chorreante; Gringotts, el bando de los magos, dirigido por gnomos; la lista de enseres para el primer curso en Hogwarts: uniforme, los ocho libros de primer curso, resto del equipo, el recordatorio a los padres de que los alumnos de primer curso no pueden tener escoba propia; el deporte nacional (el quiddith); el último modelo de bici… esto… ¡escoba! (la Nimbus 2000); los rumores callejeros sobre la aparición de Harry Potter, quien sobrevivió a Quien-Tú-Sabes; las presentaciones con especial atención a la alcurnia del apellido; las preferencias por uno u otro colegio mayor; los comercios; y el acompañante mágico de moda, la lechuza, pues los sapos ya no se llevan.

El callejón Diagon y lo que allí ocurre es un magnífico ejemplo de que el género de Fantasía es mimético. Cuando lo visitamos por vez primera (Capítulo 5 de Harry Potter y la piedra filosofal) sabemos con seguridad que estamos en Londres. No hay dudas. En la saga cinematográfica de Harry Potter, el callejón Diagon no requería demasiada imaginación: servía el londinense Leaden Hall Market. Pocos detalles nos sugieren que es un Londres mágico, y no el real.