Conferencia: El Principito y la imaginación de lo invisible

Fragmento de una de las ilustraciones originales de Saint-Exupery para El Principito.

Aprendí a leer El Principito de manos de un buen maestro, quien me capacitó para descubrir en esa pequeña obrita nuevas perspectivas que iluminan mi propia vida. El verdadero maestro no sólo nos comparte su visión; también nos enseña a mirar por nosotros mismos.

Antoine de Saint-Exupery es uno de esos buenos maestros y, especialmente en El Principito, se empeña en enseñarnos a ver «lo esencial», que «es invisible a los ojos». Mi colega Chema Alejos, con quien comparto mi pasión por El Principito, tituló su blog Aprender a mirar. No creo que fuera casualidad.

Chema y yo tuvimos la oportunidad de compartir nuestras reflexiones sobre El Principito, vía Skype, con el Aula de Teatro de la Universidad Católica de Valencia mientras trabajaban en una versión teatral del relato de Saint-Exupery. Pudimos ver el resultado en la IV Semana de las Artes Escénicas de la Universidad Francisco de Vitoria. Fue un buen espectáculo. Descubrimos la forma en que el teatro y la danza logran expresar, a su modo, eso «invisible» que Saint-Exupery expresa mediante sus textos y dibujos. Disfrutamos del coloquio con los actores, alumnos universitarios, en el que nos compartieron sus propios descubrimientos personales al interpretar la obra.

Este año reeditamos nuestro encuentro en torno a El Principito con el ánimo de profundizar en esa «imaginación de lo invisible» que persiguió Saint-Exupery en toda su obra. Chema y yo conferenciamos (principiteamos) el miércoles 31.10.2018, a las 10:30h, en los Espacios Culturales del Campus de Godella (Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación, Universidad Católica de Valencia).

Si no puedes pasarte, tal vez, a la noche, allá donde estés, puedas alzar la vista al cielo buscando la estrella del principito, esa estrella que nosotros también buscaremos, esa misma noche, junto al Mediterráneo, lugar en el que Saint-Exupery fue visto por última vez en este mundo. Lugar en el que podemos verle aún, si alguna vez aprendimos a ver con el corazón.