Retrato de Andréi Tarkovski |
Tarkovski es uno de los cineastas que más se ha esforzado por reflexionar filosóficamente sobre el cine y sobre su forma de entenderlo, hasta el punto de que su cine nos habla de su filosofía y sus escritos nos revelan claves importantes sobre lo que intentaba lograr con su cine. Ambos lenguajes no son equivalentes: no puede traducirse el cine a texto, ni el texto a cine, pero también es claro que tanto su cine como sus escritos proponen accesos distintos a una misma manifestación fundamental de la vida: el tiempo.
A pesar de no haber sido concebido como una sola obra, el libro nos ofrece una reflexión unitaria sobre el hecho cinematográfico estructurado en cinco secciones:
- Un encuentro con el tiempo
- La imagen de la vida
- Los guionistas no existen
- La película y el secreto
- Desmontar el montaje
En estos escritos nos comparte su experiencia, sus trucos, su forma de ver el cine de otros grandes y los aciertos y desaciertos de sus propias películas. A mi juicio, lo más valioso del libro lo encontramos en sus intentos por responder a la pregunta: «¿Qué es el cine?» Al modo de un filósofo clásico, busca Tarkovski distinguir lo que el cine tiene de otras cosas y artes y lo que sólo tiene él, lo que estéticamente logra por vez primera este arte y, por lo mismo, lo que le pertenece de un modo único, esencial.
Su análisis ha de partir, por lo tanto, de aquel «filme genial con el que todo comenzó. Se trata de Llegada de un tren a la estación de La Ciotat», de los hermanos Lumiere, con unaduración de 50 segundos. «Por primeravez en la historia del arte y de la cultura, el ser humano encontró el modo de fijar el tiempo de manera inmediata, consiguiendo a la vez reproducir, cuantas veces desease, ese instante sobre la pantalla, es decir, volver a él».
Volvemos sobre el tiempo acontecido para responder a la «necesidad humana de entender el mundo y de tomar conciencia de él», a la busca del tiempo perdido, fugado o aún no alcanzado. En esto, la reflexión poética de Tarkovski conecta, gracias a las tuberías subterráneas de la historia, con la Poética de Aristóteles. Esculpir en el tiempo y Atrapad la vida son dos obras imprescindibles para comprender las posibilidades aún no exploradas del lenguaje audiovisual.
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