De izquierda a derecha: Antonio García-Escribano, Alfonso López Quintás y Ninfa Watt,
durante la clausura del I Congreso Creatividad y Valores, del 30-09 al 2-10 de 2016, en Madrid.
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María Ángeles Almacellas nos habló de «El cine como instrumento educativo» y, a modo de práctica, proyectó el luminoso mediometraje Binta y la gran idea (Javier Fesser, 2004). Así empezó, la tarde-noche del viernes 30 de septiembre, el pre-congreso. La doctora Almacellas, crítica de cine, tiene una larga trayectoria como educadora, faceta en la que aplica el cine a la formación de la juventud en valores. Una parte significativa de su trabajo, muy aprovechable para padres y educadores, está recogida en sus libros Educar con el cine. 22 películas (Eiunsa, Pamplona, 2004) y en Seguir educando con el cine (Digital Reasons, 2015).
Alfonso López Quintás inauguró oficialmente el congreso con la lección magistral «La manipulación y el secuestro del lenguaje». El profesor empezó a investigar este tema hace ya varias décadas, movido por la necesidad de «estar alerta» frente a las tretas de ideólogos e intelectuales más preocupados por ganar adeptos que por contribuir a la indagación de la verdad. Tiene varios libros sobre este tema, pero me congratuló descubrir el último, breve y sencillo, síntesis de los anteriores: La palabra manipulada (Rialp, 2015).
Tuve la oportunidad de moderar y participar la mesa redonda sobre el método quintasiano aplicado a la ética profesional. La doctora María Jesús Aguirre expuso algunas claves sobre la relación médico-paciente y aprovechó para ofrecer un certero diagnóstico sobre las dificultades que encuentran los médicos para crear esa relación. Victoria Escudero, titular de una oficina de Farmacia, explicó cómo regenta su negocio, atendiendo a un tiempo a la sostenibilidad de la empresa y al cuidado de los empleados y los clientes. Guillermo Velasco, titular de Derecho mercantil y abogado con experiencia en varios bufetes internacionales, explicó con suma sencillez la distinción entre lo legal y lo moral y cómo confundir esos órdenes tiene graves consecuencias en el ámbito legislativo y social. José Luis Cañas, profesor titular de Filosofía en la UCM y miembro de la Asociación Española de Personalismo, explicó su original aproximación al problema de las adicciones –causas y formas de enfrentarlas–, cuyo desarrollo teórico está publicado en Antropología de las adicciones (Dykinson, 2ª edición, actualizada, de 2015). Por mi parte, fui capaz de explicar por vez primera el sentido de mi tesis sobre Teoría Dialógica de la Comunicación en apenas 10 minutos; compartiré esa síntesis contigo en una futura nota.
Por la tarde, de nuevo entre el público, disfruté de la presentación del programa Playing Quest (Isabel García Brun) para 1º-4º de la ESO; y de la mesa redonda moderada por el doctor Ángel Sánchez-Palencia sobre el método quintasiano aplicado al ámbito de la educación: en Infantil, Primaria y Bachillerato (Colegio San José de Cluny), en la Universidad (Javier Barraca) y en la fe (de nuevo, Almacellas).
Las últimas horas del sábado y las primeras del domingo hubo tres grupos de trabajo y reflexión, coordinados por Jorge Corral, sobre los temas de las mesas redondas ya aludidas y un tercero íntimamente relacionado con los anteriores: el desarrollo personal. También allí el método quintasiano ha demostrado frutos, palpables en la Escuela de Pensamiento y Creatividad, en el Seminario SPIEL y en el modelo de Coaching Dialógico.
El congreso terminó con una entrevista de la doctora Ninfa Watt al profesor López Quintás, en la que el maestro explicó las claves de su método y adelantó algunos de los proyectos en los que está trabajando. Antonio García-Escribano, presidente de la Fundación López Quintás, clausuró el congreso invitándonos a los presentes a seguir trabajando juntos para difundir el pensamiento y el método quintasiano, muy acordes con el reto de fundar «una cultura del encuentro».
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