Gandalf a Frodo: "No elegimos el tiempo que nos ha tocado vivir;
pero elegimos qué hacer con el tiempo que nos es dado".
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«¿En qué sentido El señor de los anillos es más verdadero que el periódico de esta mañana?». Todos los años formulo esta pregunta a mis estudiantes de Periodismo y de Comunicación Audiovisual. Los primeros suelen pensar que les estoy tomando el pelo y sospechan que dudo bastante de la profesionalidad de los periodistas actuales. Los segundos, amantes de la fantasía y la ciencia ficción, se emocionan y, después de repasar algunas citas en élfico, entran al debate de fondo.
Lo cierto es que el periódico nos pone ante un tipo de verdades que, por deficiencias epistemológicas de la profesión periodística, a menudo se reducen a un conjunto de hechos o afirmaciones asépticas sin una adecuada interpretación. Tanto se insiste en la objetividad de las noticias, por oposición a la interpretación que ofrecen otros géneros, que el periodista se gradúa con graves deficiencias en la inevitable tarea de descubrir y articular el sentido de los hechos sobre los que nos informa.
El señor de los anillos (sirven para el caso tanto el libro de J. R. R. Tolkien como la trilogía cinematográfica de Peter Jackson) no alude a hechos histórica y fácticamente acontecidos, pero nos habla de verdades universales y nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos y nuestra particular situación en el mundo.
Esta pregunta es pertinente para los comunicadores audiovisuales porque les permite tomar conciencia de que sus invenciones no son nunca neutrales, ni pueden ser meramente caprichosas. Descubren que las grandes narraciones lo son porque hablan del hombre de todos los tiempos y, por eso mismo, iluminan la vida de todos los hombres. Pero la pregunta es también pertinente para los periodistas, y creo que pone el foco en desarrollos de la profesión como el llamado nuevo periodismo (Cf. Nuevo periodismo, de Tom Wolfe; La banda que escribía torcido, Marc Weingarten).
Las preguntas adecuadas despiertan el corazón y orientan la inteligencia, por lo que son un buen método de innovación docente que conecta el aprendizaje relativamente pasivo de contenidos con la investigación y con la práctica profesional. Esa es una de las claves del proceso de repensamiento de la asignatura de Narrativa Audiovisual en la Universidad Francisco de Vitoria. El titular de la asignatura, Pedro Javier Gómez Martínez, y un servidor hemos trabajado juntos con tres objetivos: a) dotar de mayor sentido a la asignatura, apuntando al sentido último por el que las personas nos contamos historias; b) lograr que los contenidos y métodos de la disciplina se tornen más atractivos para los alumnos al implicarlos existencialmente; y c) permitir que el alumno incorpore sus experiencias al aprendizaje de forma que su propia vida personal, además de su quehacer profesional, sea enriquecido gracias a la disciplina.
Hemos relatado el itinerario y los resultados de esta experiencia en un artículo académico que puedes consultar aquí: GÓMEZ MARTÍNEZ, Pedro Javier y ABELLÁN-GARCIA BARRIO, Álvaro, “La renovación de contenidos en asignaturas de comunicación y su impacto en el marco emocional del aprendizaje: un caso de estudio en Narrativa Audiovisual”, Comunicación y hombre, nº 10, 2014, pp. 169-177.
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