Fotografía tomada de Forest Nature Dreams, 22-03-2014. |
Estas son mis doce buenas razones (y una mala) para que un universitario tenga un blog:
- Aprender a aprender para no quedarte fuera del mundo. ¿Que no sabes cómo poner enlaces, incrustar vídeos, ni qué demonios es eso de los wigets, el personal branding y el SEO? ¿Y? Aprender autónomamente invirtiendo cada vez menos tiempo y logrando resultados más significativos no es sólo una de las competencias profesionales más valoradas: es una necesidad vital. Antes, uno podía sobrevivir toda su vida con lo aprendido en su casa y en su formación reglada; hoy, o aprendes por tu cuenta o te quedas fuera del mundo y del mercado en cuestión de meses. Aprende a hacer un blog y aprenderás a aprender muchas cosas más.
- Desenvolverte más y mejor en el mundo digital. Cuando tengas dudas, pregúntale a Google. A veces falla. Entonces aprenderás a discriminar buenas y malas fuentes. El caso es que antes o después vas a necesitar muchas competencias digitales importantes para tu vida personal y profesional, como el cuidado de la imagen digital, del que hablamos más abajo. Escribir un blog te obliga a aprender muchas de ellas.
- Mejorar tus habilidades de comunicación. La formación universitaria nos prepara como profesionales, docentes o investigadores. En los tres casos –así como en nuestra vida personal–, comunicar es una meta-competencia fundamental, necesaria para todas las demás. Mejorar nuestra comunicación nos lleva a mejorarlo todo. ¿Que tú no vas a dedicarte a escribir? No importa: los hábitos de lectura y escritura fortalecen nuestro pensamiento crítico y creativo, nuestra memoria, nuestra escucha, nuestra sensibilidad y nuestra expresión oral. ¿Necesitas ser bueno en pensar, analizar, sintetizar, recordar, defender ideas, desarrollar proyectos o trabajar en equipo? Escribe en tu blog y mejorarás.
- Potenciar tu capacidad de investigación y documentación. Publicar un blog exige forjar hábitos de investigación y documentación, subirnos a hombros de gigantes. Casi toda la información y el conocimiento importante, así como los sabios, gurús y enterados, ya están en la red o son accesibles desde ella. Una conexión a internet ofrece hoy más posibilidades que la mayoría de las bibliotecas. ¿Sabes aprovecharlas? Si decides publicar contenidos interesantes, actualizados y bien documentados, aprenderás.
- Ser proactivo y liberar al emprendedor que llevas dentro. ¿Eres universitario? Entonces no has nacido para limitarte a hacer lo que digan otros. Estás llamado a elegir y realizar tus propios fines. Estás llamado a liderar tu vida y eso, en el argot profesional actual, se llama ser emprendedor. ¿Quieres entrenarte en la elección de los propios fines, en la toma de decisiones, en ser protagonista de tu vida? Publicar un blog te entrena en ser tu propio jefe.
- Desarrollar un liderazgo público: pronunciar tu palabra para el mundo. Si eres proactivo y emprendedor es porque tienes ideas, valores o proyectos propios que otros no tienen. Es porque tienes algo que decir y que aportar y, si no lo haces, el mundo se lo perderá para siempre. Ese don no te lo puedes quedar para ti solo. Tampoco lograrás ningún cambio significativo si no es colaborando con otros, discutiendo con otros, estando dispuesto a ser confirmado, matizado o refutado por otros. Sólo exponiéndote al debate con otros podrás madurar tus proyectos y confirmar que realmente merecen la pena. Escribir un blog y volver, pasado un tiempo, sobre lo escrito, te ayuda a descubrir tu propia voz, a pronunciar tu propia palabra para el mundo.
- Mostrar al mundo de qué eres capaz. El curriculum vitae antiguo consistía en contarle a alguien lo que supuestamente has hecho, sabes y eres capaz de hacer. Eso ya no es suficiente. Si quieres que alguien valore quién eres asume esta consigna: show me, don’t tell me. Un buen curriculum es hoy como el escaparate de una tienda de moda: ni persigue a nadie ni cuenta cosas que no vemos; sino que se pone a pie de calle, abierto al mundo, revelando lo mejor que luego podrás encontrar dentro. Muestra al mundo lo que has hecho, lo que sabes, lo que eres capaz de hacer, cómo piensas, qué gustos y sensibilidad tienes, qué has leído, qué capacidad crítica tienes, qué nivel de compromiso y constancia con las cosas que te importan… No se lo cuentes, muéstralo. La forma más rápida de mostrar eso al mayor número de personas posible y sin perseguir a nadie es escribiendo un blog.
- Desarrollar tu marca personal. Tu marca personal es tu promesa de valor a quien quiera contratarte o conocerte. ¿Qué es eso único que tú tienes y que puedes ofrecer a los demás? Escribir un blog es una buena forma de averiguarlo y de testificarlo.
- Cuidar tu imagen digital. Tu imagen digital es la impresión que quien no te conoce en la vida real se hace de ti cuando teclea tu nombre en Google. ¿Has probado a hacerlo? ¿Qué imagen crees que se llevará de ti la próxima persona -contacto, cliente, empleado, jefe, empleador, futuro suegro o ligue que conociste ayer- cuando lo haga? La mejor forma de cuidar tu imagen digital es que las primeras respuestas de Google lleven siempre a tu blog y al perfil público de las diversas redes sociales en las que estés presente.
- Ampliar tu zona y tu tribu. Dice sir Ken Robinson que "encontrar tu pasión lo cambia todo", y tiene razón. Para encontrar tu pasión debes superar los límites de la educación reglada: necesitas una tribu -otros apasionados- y una zona -un lugar de encuentro en el que cada miembro de la tribu se relaciona con otros para jugar, crecer, intercambiar ideas, ensayar respuestas, realizar proyectos y entrenarse. Quizá no tengas muchos miembros de la tribu o buenas zonas cerca de tu localización geográfica. ¿Te vendría bien encontrar otros apasionados con tus pasiones y poder compartir tus sueños, ideales y proyectos con ellos? Internet es un espacio privilegiado para reunir a las tribus del mundo y proporcionarles una zona accesible desde cualquier rincón del planeta.
- Proporcionar a innumerables otros un espacio de encuentro y diálogo contigo sobre intereses comunes. Tus redes sociales, las de siempre y las virtuales, son ya ese espacio de encuentro, pero es probable que esté limitado a las personas que ya conoces en la vida real y con las que mantienes una cierta amistad. El blog te permite ampliar tu espacio público de aparición para alcanzar a los innumerables otros que campan por el mundo y que comparten contigo intereses, valores, inquietudes, hobbies o temas que trascienden tus círculos de intimidad. Publicar un blog abre las puertas a muchos encuentros gratificantes con innumerables, inesperados y maravillosos otros con quienes compartes un "tú también" todavía desconocido.
- Tener una zona de juego y entrenamiento. Toda la vida que no es creación, es entrenamiento. Personalmente creo que mi vida entera es entrenamiento para otra. En cualquier caso, todos debemos entrenarnos para esta. Las once razones anteriores confluyen aquí: un blog es una zona de entrenamiento para ensayar nuestra propia vida. ¿Te interesa probar quién eres, quién quieres llegar a ser, en qué quieres gastar tu vida, con quién quieres compartirla, a quién quieres servir y cuál puede ser tu aportación específica para el mundo? Publicar un blog es una muy buena herramienta para empezar a responder a esas preguntas.
¿Y la mala razón?: Querer tener una fuente de ingresos. Quiero abordar esta mala razón porque leo en muchos lugares que es buena y discrepo. Las doce razones anteriores son motivaciones intrínsecas: proponen fines que son buenos en sí mismos. Si te ocupas en cualquiera de ellas, mejoras y mejoras también la vida de otros. El dinero es siempre un medio para otros fines, pero no es un fin en sí mismo. No necesariamente nos mejora. Algo de eso hablamos cuando preguntamos a Javier Riera y a Pepe Cruz-Novillo si se puede vivir de una vocación. Cuando convertimos los medios en fines rompemos la brújula y nuestra vida pierde su norte. Las motivaciones extrínsecas debilitan nuestra voluntad y nuestro carácter: nos esclavizan. ¿Está mal ganar dinero con un blog? En absoluto. ¿Está mal pensar que algún día me reportará ingresos? Tampoco. Pero ingresar dinero será una consecuencia, un fruto que recibirás con alegría si te mueve alguna motivación libre, buscada por sí misma.
Si alguna de estas razones te anima a empezar un blog, no dejes de compartirlo conmigo -con nosotros- comentándolo en esta entrada. Si ya tienes uno, ¿nos compartes tus razones y tu proyecto? ¡Muchas gracias!
Muy bueno el post. Yo estudié un Grado de Publicidad y Relaciones públicas y decidí crear un blog como punto en común de noticias, ideas y opiniones. Aunque aun no lo he conseguido pero poquito a poquito consigo más visitas y seguidores en las distintas redes (@CatwalkPassBlog). Te dejo el blog linkeado por si te apetece echarle un ojo y darme tu opinión. sería de gran ayuda. Gracias
ResponderEliminarhttp://catwalkpass.blogspot.com.es
¡Gracias por compartirlo! Del contenido no puedo opinar; de estrategia de comunicación y diseño, algo sí, te busco y comento en las redes.
EliminarMuy bueno Álvaro! Yo llevo con mi blog un año y, aunque por problemas de tiempo este año no lo actualizo tanto como me gustaría, nada más que me ha dado alegrías. Todas las razones que compartes son totalmente ciertas, hasta la mala que también tiene un lado positivo. Si cumples bien las 12 buenas, "la mala" es cuestión de tiempo que alguien te ofrezca colaborar en algún proyecto cobrando. Pero desde luego es cuestión de actitud, primero hay que sembrar...
ResponderEliminarSaludos de una ex alumna tuya de Comunicación Audiovisual (promo 2011) :) ¡Difundo ya mismo el post!
¡Gracias, Begoña! Acabo de pasarme por tu blog http://probandomundo.com/ y me parece que está fantástico. Buenos temas, bien tratados, con personalidad y un estilo bien definido. Las alegrías que te da son contagiosas. :) Acabo de suscribirme por feedly.
EliminarEl blog es la mejor carta de presentación de un periodista:
ResponderEliminarhttp://www.clasesdeperiodismo.com/2013/03/22/el-blog-es-la-mejor-carta-de-presentacion-de-un-periodista/