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jueves, 27 de febrero de 2014

‘Gravity’: mejor película estrenada en España en 2013

Imagen promocional de la película Gravity (Alfonso Cuarón, 2013).

Ir al cine ya no es necesariamente una inversión que merezca la pena. Quizá por eso, una buena selección de lo mejor estrenado en salas cada año es un recurso muy valioso. Elaborar esa lista, reconociendo el mejor cine estrenado en España cada año natural, es uno de mis objetivos como miembro del jurado de los Premios Alfa y Omega de cine.

La gran ganadora en 2013 ha sido Gravity, una de esas experiencias cinematográficas que, sin duda, merecen la pena. Las virtudes técnicas de la película son muchas. Lo más emocionante para mí fue comparecer ante el reto logrado de un director que quiere sostener la acción dramática con apenas dos actores, o una y medio, pues Ryan Stone (Sandra Bullock) es la protagonista solitaria durante casi todo el metraje. Lo más logrado, sin embargo, me pareció el modo en el que Alfonso Cuarón logra articular forma y fondo, argumento y tema, con una planteamiento profundamente dialógico.

Todas las historias, por definición, tienen un planteamiento o sustrato dialógico, es decir: relatan la acción dramática de un personaje como su respuesta a una realidad que no le puede dejar indiferente. Pero no en todas las películas el corazón de la historia es la estructura constitutivamente dialógica del ser humano, cosa que ocurre en Gravity.

El ser humano, para definir su propio carácter, para llegar a ser el que es, necesita resistencias, obstáculos, presiones… y también criterios, ideales, retos... y tanto las dificultades como los proyectos se tornan significativos gracias a nuestra relación con innumerables otros. Cuando el individuo humano no tiene ni resistencias, ni ideales, ni otros con los que quiere convivir, cuando flota en una indeterminación absoluta, sin vínculo alguno, se sabe perdido. Jean Paul Sartre llamó «náusea» (1938) a esa experiencia que padecemos cuando nos quedamos sin criterios ni orientación. Pues bien: Gravity es una película que nos hace sufrir esa náusea en todos los niveles de la vida humana.

  • La primera nausea que describe Gravity es consecuencia de la falta de gravedad y, todavía peor, de la ausencia de algo firme a lo que agarrarnos. Las primeras angustias que sufrimos con el personaje de Ryan Stone con cuando pierde pie, anclaje o vinculación con la nave espacial y queda suelta y desvinculada en el espacio.
  • La segunda nausea que nos descubre la película es consecuencia de la falta de los otros, o de perder nuestros vínculos con ellos: la hija, el veterano más experimentado que nosotros, la humanidad entera.
  • La tercera nausea es consecuencia de no saber, de no tener criterios ni conocimientos necesarios para sobrevivir o acertar en nuestras decisiones.
  • La cuarta y definitiva nausea la provoca la ausencia del Otro, la ruptura con lo trascendente, la incapacidad para ver más allá de lo visible, la ceguera para las únicas certezas en la que no ya nuestra vida, sino nuestra muerte, puede asentarse.

Sufridas todas esas náuseas, comprenderás también lo gratificante que fue para mi de recuperar, con la aparición de los títulos de crédito, cada uno de mis vínculos: la tierra firme bajo mis pies, la ley moral dentro de mí, las personas a las que quiero –y que me quieren– a mi lado y la comunión con la única Persona capaz de sostener todo en esta vida y también más allá de la muerte.

Por cierto: si no has visto aún el Spin-off de Gravity escrito y dirigido por Jonás Cuarón (hijo de Alfonso), te lo recomiendo. Gracias a él conocemos el otro punto de vista de la dramática conversación de Ryan Stone con Aningaaq.



Te hablaría ahora de la que ha sido, para mí, la otra gran película del año: Las flores de la guerra. Y de otras que también me han parecido muy interesantes, como Amor y Letras, Hannah Arendt y el documental El Impostor. Pero mejor te dejo con lo que mi amigo Juan Orellana cuenta de todas las películas premiadas: lo tienes en el Alfa y Omega nº 870 (pdf) y también aquí, en su versión web.


Lista de Premios Alfa y Omega de Cine 2013




Mejor película: Gravity, de Alfonso Cuarón

Mejor película sobre la fe: Un Dios prohibido, de Pablo Moreno

Mejor película sobre la familia: October baby, de Andrew Erwin, Jon Erwin

Mejor película de tema histórico: Las flores de la guerra, de Zhan Yimou

Mejor película de animación: Ernest et Cèlestine, de Benjamin Renner, Stéphane Aubier, Vincent Patar

Mejor película de contenido social: 7 Cajas, de Juan Carlos Maneglia, Tana Schémbori

Mejor documental: El Impostor, de Bart Layton

Mejor director: Zhan Yimou, por Las flores de la guerra

Mejor actor principal: Daniel Day-Lewis, por Lincoln

Mejor actor secundario: Mauricio Kuri, por For Greater Glory (Cristiada)

Mejor actriz principal: Barbara Sukowa, por Hannah Arendt

Mejor actriz secundaria: Vanessa Redgrave, por Una canción para Marion

Mejor guión original: Josh Radnor, por Amor y letras

Mejor guión adaptado: Billy Ray (Libro: Richard Phillips, Stephan Talty), por Capitán Phillips

Mejor fotografía: Seamus McGarvey, por Anna Karenina

Mejor banda sonora: Steven Price, por Gravity


Enlaces al listado de las películas premiadas en ediciones anteriores

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