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miércoles, 2 de octubre de 2013

Cuéntame tu historia y te diré quién eres

Francesc Català-Roca, Girona, 1975.
La consultora The Grove lleva más de treinta años ayudando a las empresas a planificar su futuro. Una de las herramientas que utilizan es el modelo de la cimentación, diseñado por ellos, que consiste en trabajar con el pasado. La idea es responder con dibujos en una línea temporal a preguntas como estas: ¿Cuáles fueron vuestros logros más importantes? ¿Qué objetivos os planteasteis? ¿Qué obstáculos superasteis? ¿Qué personas fueron importantes?

La metáfora de la cimentación nos sugiere que el futuro que podemos alcanzar dependerá de los cimientos que construimos en el pasado. El pasado no es sólo pasado, sino la estabilidad y el dinamismo que sostienen e impulsan nuestra acción presente y futura. Revisar el pasado no impide planificar un futuro ambicioso o rupturista; pero nos hará más conscientes de nuestros recursos, fortalezas, debilidades e ideales, nos permitirá detectar lastres presentes que podemos soltar y carencias que debemos superar para garantizar la solidez de nuestros proyectos.

El modelo de la cimentación también nos permite revisar cómo nos contamos nuestra propia historia. “Quien controla el presente, controla el pasado; quien controla el pasado, controla el futuro”. Es uno de los lemas del Partido en el 1984 imaginado por George Orwell. Con esas palabras, el escritor británico denuncia el proceso de manipulación histórica propio de las ideologías y los regímenes totalitarios; un proceso necesario para alinear los sentimientos y las decisiones de las masas con los intereses del partido. Los ideólogos saben muy bien de qué forma el pasado de una persona (y de un pueblo) condiciona el modo en que se entiende a sí misma (identidad) y, por lo tanto, el modo en el que se proyecta hacia el futuro (vocación), discriminando entre filias y fobias, alegrías y penas, logros y fracasos, aliados y enemigos, etc.

El modo en el que recordamos y nos contamos nuestra historia influye en el modo en que valoramos nuestra existencia y condiciona nuestras expectativas presentes y sobre el futuro. Por ejemplo, la lectura actual de que “algunos vivieron por encima de sus posibilidades y lo vamos a estar pagando durante los próximos 10 años” no nos llevará a ningún futuro interesante. Si, con esa lectura, “salimos” de la crisis, en realidad deberemos reconocer que no “salimos”, sino que nos “sacaron”, igual que, en su día, “nos metieron”, pues nos consideramos a nosotros mismos marionetas del destino. ¿Es así como nos contamos nuestra historia? ¿Qué margen de gobierno sobre nosotros mismos nos dejamos con esa lectura de nuestra propia existencia?

¿Has probado a escribir tu propia historia en un papel y a leerla 24 horas (o 30 días) después? ¿Qué dice de sí la-persona-de-ayer a la-persona-de-hoy? ¿Tienes algo que responder? Cosas de la escritura, la memoria y el tiempo. Algo de esto adelantamos en la nota que dedicamos a hablar de la memoria. Este ejercicio nos permite hablar con nosotros mismos, reprocharnos, reconocernos, disentir, convenir, cantarnos las cuarenta y aprender a explicar nuestro ayer y hoy para enfrentarnos al presente y al futuro de una forma mucho más creativa.

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Este artículo pertenece a la serie #CrearEnUnoMismo y fue publicado originalmente en LaSemana.es.

3 comentarios:

  1. Hola Alvaro, magistral..!! Imposible de exponer mas claro como nos "condiciona" nuestro pasado.
    Soy de los que esta convencido que esto es asi, pero en sentido positivo. Es decir no como la mayoria de la gente que tiende a olvidar las malas experiencias y a acordarse tan solo de las buenas, no creo que oviar una pparte del pasado sea positivo para nuestro futuro.
    Yo creo que todo nuestro pasado, tiene aplicación positiva para nuestro desarrollo futuro; como dices, si uno conoce y asume realmente su pasado ("si controla el pasado" ) "...siendo más conscientes de nuestros recursos, fortalezas, debilidades e ideales, nos permitirá detectar lastres presentes que podemos soltar y carencias que debemos superar para garantizar la solidez de nuestros proyectos.

    Entiendo que nuestro futuro y posibilidades, dependen de nuestra capacidad de aprender de nuestros errores y fracasos del pasado, de esta forma tendremos la experiencia suficiente para aprender a afrontar el futuro con mas confianza, madurez y serenidad. Explicado de la forma mas llana el pasado es nuestra fuente de información mas valiosa.
    No entiendo entonces como desde fuentes supustamente validas, como se "promulga" tanto la idea de olvidar las malas vivencias y centrarse tan solo en las buenas.
    En Cualquier caso, muy claro e intersante.
    Un abrazo
    Pachi

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  2. Gracias por tus comentarios, Pachi! Apenas puse el acento en lo que dices, pero es algo muy importante. Con tus palabras queda bien explicado ;)

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  3. Me ha parecido muy interesante ese metodo de aprendizaje y autoanálisis para progresar en todos los aspectos de nuestra vida, en el profesional, académico, personal... Creo que el pasado nos hace ser quienes somos, y los buenos recuerdos nos hacen ser mejores personas, los malos, no es que debamos olvidarlos, sino aprender de los errores para no cometerlos en el futuro y olvidar el mal sabor que estos nos dejan, convirtiendolos en lecciones y futuros logros.
    Claudia Ruiz Vázquez, su alumna

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