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jueves, 22 de agosto de 2013

Las leyes de la simplicidad

Piet MondrianComposición con plano rojo grande, 
amarillo, negro, gris y azul, 1921.
La vida actual es tan compleja que apenas comprendemos el funcionamiento de los objetos que usamos a diario. ¿Quién de nosotros sabría fabricar un móvil? ¿Quién es plenamente consciente de lo que significa descargarse una aplicación o subir determinados contenidos a una red social? A pesar de esas lagunas, nos beneficiamos a diario de móviles, aplicaciones y redes sociales. No comprendemos buena parte de lo que eso implica, pero confiamos en otros y en la tecnología y, gracias a esa confianza, logramos resultados impensables hace algunos años.

En este panorama valoramos la simplicidad más que nunca. Preferimos a las personas que pueden explicarnos algo que la explicación en sí. Preferimos que otros hagan las cosas por nosotros -con el riesgo que eso conlleva- que enfrentarnos a tener que hacerlas por nosotros mismos. Preferimos tener menos objetos, siempre que uno de esos objetos cumpla las funciones de media docena de los objetos anteriores. Identificamos simplificar con reducir, organizar, ahorrar tiempo y esfuerzos y confiar en otros.

John Maeda, tecnólogo humanista, tal y como él se define, fundó del Consorcio de la Simplicidad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para investigar el tema de la simplicidad. Frutos de su trabajo son el breve ensayo Las Leyes de la simplicidad / diseño, tecnología, negocios, vida y el blog lawsofsimplicity.com. Su trabajo es especialmente valioso para diseñadores –quienes han de enfrentarse profesionalmente al ejercicio de simplificar-, pero es sugerente para cualquiera. Maeda nos propone 10 leyes de la simplicidad y tres claves que él mismo ha sintetizado así:

«DIEZ LEYES
REDUCIR La manera más sencilla de alcanzar la simplicidad es la reducción razonada
ORGANIZAR La organización permite que un sistema complejo parezca más sencillo
TIEMPO El ahorro de tiempo simplifica las cosas
APRENDIZAJE El conocimiento lo simplifica todo
DIFERENCIAS La simplicidad y la complejidad se necesitan entre sí
CONTEXTO Lo que se encuentra en el límite de la simplicidad también es relevante
EMOCIÓN Es preferible que haya más emociones a que haya menos
CONFIANZA Confiamos en la simplicidad
FRACASO En algunos casos nunca es posible alcanzar la simplicidad
LA ÚNICA La simplicidad consiste en sustraer lo que es obvio y añadir lo específico
TRES CLAVES
LEJOS Más aparenta ser menos simplemente alejándose, alejándose mucho
ABRIR La apertura simplifica la complejidad
ENERGÍA Utiliza menos, gana más»
MAEDA, John. Las leyes de la simplicidad / Diseño, Tecnología, Negocios, Vida, Gedisa, Barcelona, 2006, p. IX.

Podemos y debemos -no nos queda otra- simplificar muchísimas cosas. Sin embargo, si somos sensatos, no querremos que todo sea simple o sencillo. Esta lógica funciona para todo lo que en el fondo no es importante para nosotros. Yo no querría simplificar a mi mujer -aunque a veces tenga la tentación-, ni a mis amigos, ni las mejores novelas, ni mis estudios… Quiero simplificar todo lo demás para poder dedicarme a estas otras cosas deliciosamente complicadas. No obstante, también con las realidades más valiosas puedo simplificar mi relación: abandonando lo accesorio o superficial y dedicándome a lo esencial.

¿Qué es para ti demasiado complejo y necesitas simplificar? ¿Qué es para ti deliciosamente complicado y no querrías simplificar por nada del mundo?

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