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domingo, 10 de febrero de 2013

Decálogo: qué saben los mejores sobre cómo aprendemos

Tira de un comic de Mafalda, personaje creado por Quino.

Al publicar la caracterización que propone Ken Bain sobre los mejores profesores universitarios, prometí que desglosaría en futuras notas los capítulos más importantes del libro. Hoy te ofrezco mi síntesis personal, en forma de decálogo, sobre qué saben los mejores sobre cómo aprendemos. Cuando me siento a repensar mis metodologías o a diseñar una experiencia de aprendizaje, repaso los puntos de esta lista:
  1. Se aprende más y mejor de los mejores. Por eso los mejores profesores dominan la disciplina, y también su devenir histórico (problemáticas y soluciones) y saben distinguir los conceptos fundamentales de los desarrollos posteriores. Esto es: aprenden del aprendizaje de los grandes de su disciplina, lo que les permite trasladar ese aprendizaje (no sólo mediante relatos, sino mediante casos y ejercicios prácticos) a sus estudiantes. Sobre esto insisto yo cuando recuerdo a mis alumnos que la experiencia universitaria pasa por renconocernos enanos encaramados a hombros de gigantes.
  2. Se da la paradoja de que algunos alumnos mantienen creencias equivocadas sobre la disciplina, aunque tienen resultados sobresalientes: ¿Cómo es eso posible? Esos alumnos han aprendido las fórmulas básicas que deben aplicar para la resolución de problemas típicos, pero son incapaces de extrapolar ese conocimiento a situaciones nuevas, porque su marco de creencias antiguo sigue imperando fuera de la asignatura. El libro pone como ejemplo que la mayoría de los estudiantes univesitarios de Física, aun cuando explican y aplican la fórmula de la Teoría de la Relatividad, sin embargo, al enfrentarse a muchos problemas físicos cotidianos siguen siendo newtonianos, por lo que incurren en errores básicos.
  3. Esta paradoja revela que no es suficiente impartir contenidos (pura información que terminará por encajarse en esquemas mentales equivocados), sino que el profesor debe identificar y trabajar con los modelos y los esquemas mentales en los que los alumnos encajan esos contenidos, para corregir y desbrozar creencias equivocadas.
  4. El conocimiento no es pura pasividad y recepción de lo nuevo, sino también construcción e integración de lo nuevo en lo ya sabido. El alumno tiende a encajar lo nuevo en sus paradigmas previos… de ahí que resulte necesario, muchas veces, trabajar sobre esos paradigmas, más que sobre los contenidos.
  5. Los modelos mentales cambian lentamente. Por eso, con mucha paciencia e insistencia, la tarea de los mejores profesores es crear nuevas estructuras de comprensión. ¿Cómo? 1º: crear una situación que desafía el paradigma. 2º: provocar el bloqueo del paradigma. 3º: gestionar el trauma emocional que eso puede provocar.
  6. Los mejores profesores conocen la importancia de las preguntas. Las preguntas ayudan a construir conocimiento, descubren huecos en la memoria y el saber; son críticas para ordenar la información. No podemos aprender nada significativo hasta haber formulado la pregunta adecuada. Enseñar al alumno a formular las preguntas adecuadas es crucial.
  7. Los mejores profesores saben que necesitan suscitar interés. Si lo nuevo no interesa, no se intenta reconciliar lo nuevo con lo ya sabido.
  8. Los mejores comprenden los secretos de la motivación. La motivación extrínseca no procede ni del interior de la persona ni, directamente, de los resultados esperables de la acción. Es la que suele llamarse de premio/castigo: “Si haces esto… te compro…” o “Si estudias… ganarás dinero… o aprobarás...” Esa forma de motivación no sólo se torna cada vez menos eficaz, sino que debilita la voluntad de las personas y su capacidad para generar motivaciones intrínsecas (es decir: por culpa de estas motivaciones, dejan de hacer cosas por el valor que tienen en sí mismas). La motivación intrínseca se deriva directamente del objeto o finalidad directa de la acción. “Porque sí”, “porque lo quiero”, es la expresión de esta forma de motivación: la de hacer las cosas por el gozo que ese mismo hacerlas proporciona, sin negociar o buscar alguna otra cosa a cambio [Párrafo revisado el 5/04/2015].
  9. Los mejores distinguen tres motivaciones para el aprendizaje: el dominio de la disciplina, propio de quien se apasiona por el saber, y la única motivación que proporciona un aprendizaje profundo; la competición, propia del que desea sacar buena nota, alcanzar un status, ser el mejor, destacar… cuyo fruto es un aprendizaje estratégico (sabe cómo funcionan las cosas, pero no las comprende); y la tercera fuente de motivación es evitar el error, propia de los alumnos con miedo al fracaso, y que sólo puede proporcionar un aprendizaje superficial.
  10. Los mejores profesores saben que nuestro modo de aprender pasa por cuatro fases (y que los alumnos de un grupo pueden encontrarse repartidos en estas cuatro fases): Primera fase: el alumno se limita a buscar las respuestas correctas y memorizarlas. Segunda fase: el alumno considera que el saber es mera opinión. Tercera fase: el alumno se convierte en sabedor del procedimiento (sabe qué y cómo hacer para aprobar la asignatura), pero eso no transforma lo que ocurre fuera de clase. Cuarta fase: el alumno se compromete con el conocimiento, se torna independiente, crítico, creativo, capaz de valorar ideas y razonamientos, intenta utilizarlos y extrapolarlos… Los mejores profesores saben que hay que trabajar estos cuatro niveles a la vez; se sirven para ello de otras disciplinas y siguen y desarrollan distintos métodos y razonamientos.
Personalmente, procuro tener a mano estas claves cuando diseño actividades para cumplir los objetivos de aprendizaje de mis alumnos. Una claves fundamentales para mí tiene uqe ver con los marcos de referencia, esquemas mentales o paradigmas. Resultan determinates para la formación y, sin embargo, es un tema en el que los profesores estamos muy poco preparados.

Entre los esquemas mentales dominates y difíciles de cambiar encuentro, en Humanidades, la falsa oposición entre libertad y norma (por una definición deficiente del concepto de libertad, muy propia de nuestro tiempo). Ese mismo es quema mental lleva al hombre a confundir y no entender muchas otras cosas. Por ejmplo, creen que la creatividad implica caos y ausencia de normas, o les resulta difícil distinguir entre acciones persuasivas y acciones manipuladoras, ya que ambas suponen influir en la libertad del otro.

En general, los alumnos llegan a la universidad con la idea equivocada de que las asignatruas teóricas exigen de ellos un aprendizaje puramente pasivo. Y no les culpo: creo que también tienen esa idea los gestores de muchas universidades. ¿Qué otro esquema mental puede, si no, estar detrás de la idea de que una asignatrua práctica requiere grupos pequeños, mientras que una asignatura teórica puede impartirse a la vez a cientos de alumnos?

Si eres profesor, padre o educador, te invito a completar, mediante comentarios a este post, una lista de esquemas mentales que lastran el desarrollo integral de nuestros jóvenes, con las graves consecuencias que eso puede tener en su futuro.

En la próxima entrada sobre el libro de Ken Bain escribiré sobre cómo se preparan las clases los mejores profesores universitarios.
¿Cuántas veces identificamos la acción educativa con llenar la cabeza de contenidos? / Viñeta de Mafalda, creada por Quino.

4 comentarios:

  1. Esquemas mentales: 1. Dividir teoría y practica como algo que no tiene que ver, 2. Los profesores duros y distantes son buenos y los educados y "blandos" son malos, 3. La evaluación continua tiene mas valor que la evaluación puntual en un examen. 4. Las especialidades técnicas son mas difíciles y valiosas que las especialidades

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  2. Venga, van unos cuantos. Algunos tal vez NO son esquemas mentales, otros sí y quizás no son "limitantes". No todos los marcos de creencias en los que nos movemos han de ser modificados ¿verdad? Aunque sí unos cuántos! Gracias Álvaro:

    Algunos esquemas de alumnos :
    1) Que es mejor hacer el trabajo yo solo que en equipo. La independencia por encima de todo.
    2) Que lo "útil" es aprobar, y se convierte en el principal objetivo: la inmediatez de los resultados en el corto plazo,
    3) Que la culpa siempre es de otro. Eso hace que los problemas sólo los puedan resolver esos otros. Como el que "me ha suspendido" o "me tiene paquete". Encadenados a los problemas.
    4) Que aprender es una cosa pelma y aburridísima y es justo lo que NO quiero hacer en este momento: lo primero NO es lo primero. Por eso puedo plagiar ahora y solucionar mi aprobado.
    5) Que ganarse la vida en un futuro y el estudio presente en la universidad no guardan mucha relación: Ay!
    6) Que nadie me escucha (y tampoco hago nada para ser escuchado)
    7) Que cuánto mejor los recursos audiovisuales en el aula y el wifi de la facultad, mejor es la universidad
    8) Que los buenos profesores son los que hacen que tomemos apuntes como locos.
    9) Que los malos profesores son los que nos sacan al jardín a declamar o a "hacer chorradas".
    10) Que voy a aprender un idioma si me voy 3 meses de Erasmus


    Algunos esquemas de profesores:
    1) Darles mucho temario en cada clase para que tengan muchos apuntes que estudiar
    2) Que los de la primera fila son los listos y los de la última los gañanes.
    3) Que la democracia es buena también en el aula
    4) Que los alumnos son todos unos inmaduros y obedecen a ley del mínimo esfuerzo
    5) Que cuando miran el móvil están chateando
    6) Que el power point da credibilidad
    7) Que las clases se deben dar en un aula convencional
    8) Que los alumnos sólo tienen un cerebro para adquirir conocimientos y sólo aprenden a base de una lógica deductiva y un esforzado ejercido de memoria.
    9) Que hay que ser muy cercano en vez de "uno mismo"
    10) Que hay que ser muy lejano en vez de "uno mismo"

    Me gustaría leer a los alumnos, seguro que ellos rompen nuestros propios "esquemas". Un abrazo
    Irene

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  3. Una niña se vale por si misma

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