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domingo, 23 de diciembre de 2012

Me faltan palabras para explicar el "feliz Navidad"

Fotografía: Álvaro Abellán-García

"¡Feliz Navidad!" Así de corto, y sencillo, y austero: feliz Navidad. No parece mucho, pero es demasiado grande. Siempre me faltan palabras para expresar lo que quiero decirte cuando te digo: “Feliz Navidad”.

Es la primera Navidad de este blog, pero no mi primera Navidad en la red. He querido repasar qué otras cosas he publicado en internet sobre estas fechas en los últimos… ¡12 años! Todas ellas en LaSemana.es. La experiencia ha sido dura. Estoy seguro de no haber dicho lo que me gustaría decir. Estoy seguro de que no puedo hacerlo; y de que no puedo dejar de intentarlo. Quizá he logrado pulir mi estilo y matizar mis juicios. Aquí te dejo una selección de viejas reflexiones navideñas.
Memoria del corazón (2011)
Hay determinadas realidades que no podemos conocer hasta que las experimentamos. Una de ellas es el amor. O tenemos experiencia de ser queridos por el mero hecho de existir (independientemente de lo que hagamos) o no tenemos esa experiencia. Si no la tenemos, es imposible comprender la alegría honda que nos invade a quienes amamos la Navidad. [Artículo completo]

Responsabilidad (2010)
El concepto de "responsabilidad" ha caído desde Kant en el ámbito de lo abstracto, en una especie de idea o deber que flota en el aire y al que nos agarramos muchas veces para dejar de ser responsables cuando nos toca. "No, es que yo tengo que hacer otra cosa", decimos, justo, para dejar de hacer la cosa concreta que nos interpela justo en ese momento. Pero uno no es responsable en abstracto. Sólo puede serlo en concreto. Ser responsable siempre es serlo a cada instante, en cada hora, a la escucha de lo que nos sucede -tantas veces algo imprevisible- y nos exige una respuesta concreta. Llega la Navidad. Tenemos que hacer -hipotéticamente- muchas cosas. Pero no hay que escuchar demasiado, ni a alguien muy sabio, para saber que la Navidad es la fiesta por excelencia de la familia. [Artículo completo]

¿Por qué “Feliz 2010”?
Lo pequeño. Estar atentos a lo pequeño. Esa es la clave. Lo pequeño anticipa el cambio de lo grande y, si somos diligentes y vigilantes, podemos prever muchas cosas. Algunos lo llaman intuición; otros, magia; los menos, sabiduría. Pero no es nada de eso. Basta atender a los pequeños cambios, a las sutiles novedades, para saber enfrentarse a las circunstancias, para dar los pasos adecuados, para corregir a tiempo, para acertar delicadamente. Como enseñaba el Principito, hay que estar atentos a los brotes que surgen en la superficie de nuestro planeta, hay que saber distinguir las buenas hierbas de las malas hierbas y arrancar estas últimas antes de que se conviertan en baobabs gigantes que hagan explotar nuestro planeta. [Artículo completo]

Todos podemos reinar (2009)
Sabemos que La Ley cambia en Navidad, pues su lógica del poder deja paso a la lógica del amor, invierte el orden del mundo, como quien da la vuelta a un calcetín, y nos promete una alegría que no solemos esperar del resto del año. Una de las leyes que cambia en Navidad es la del Señor y el Esclavo. [Artículo completo]

La ley cambia en Navidad (2009)
La Navidad encierra un misterio que supera todas las expectativas del hombre. Su lógica interna rompe todas las reglas, invierte el orden natural del mundo dándole la vuelta como a un calcetín. Es la paradoja más grande y más hermosa que vivimos millones de personas, seamos o no creyentes. Es una época en la que el mundo renuncia a sus ideales de todos los días (éxito profesional, seguridad económica, poder, salvaguarda de la vida privada frente al resto del mundo) y, sin embargo, al abrazar a otros, se reconoce más feliz que nunca. [Artículo completo]

Los Reyes magos
De los Reyes Magos siempre me han sorprendido tres cosas. Primero, que abandonaran sus lujosas e intelectuales rutinas para recorrer el mundo (con las incomodidades de la época) por la seguridad que tenían en haber interpretado las señales del cielo y las palabras sagradas de los Hebreos. Fueron, en definitiva, los primeros peregrinos. Segundo, que tienen regalos para todos, por más que los padres intenten vendernos que no nos traerán nada si no nos portamos bien. Tercero y último: que son los reyes más populares del mundo, hasta el punto de que las familias más republicanas les dejan entrar en sus casas a cualquier hora de la madrugada y sin llamar al timbre. Supongo que esto último es fruto de las dos cosas anteriores. [Artículo completo]

Herodes (2008)
Mi hermana quería tener el privilegio de colocar la figura del niño Jesús en el pesebre. En realidad, cada uno de nosotros tenía su visión de Belén y tratábamos de explicar nuestras razones y de llegar a un acuerdo para que el conjunto ofreciera cierto sentido. Especialmente nos peleábamos -cortésmente- por el niño-Dios y por los Reyes Magos. Pero sólo yo parecía tener una especial devoción por encontrar el espacio adecuado para situar el Castillo de Herodes. Evidentemente, lejos de la gruta que acogía el Misterio; pero, no obstante, en un lugar destacado, bien visible. [Artículo completo]

La fiesta de las fiestas (2008)
Conocido como el poverello (el pobrecillo), Francisco de Asís conquistó a quienes le conocieron porque en lugar de mendigar por un pedazo de pan o unas monedas de oro, se limitaba a pedir piedras. Piedras para reconstruir San Damián, una iglesia derruida. […] A él le debemos que la que él consideró la fiesta de las fiestas, la Navidad, se convirtiera en el momento más alegre, hogareño, feliz y sorprendente del año. [Artículo completo]

Canción de Navidad (2008)
“No hemos de preguntarle a Dickens qué es la Navidad, porque, pese a todo su calor y a toda su elocuencia, no lo sabe”, insiste Chesterton: “Más bien le debemos preguntar a la Navidad qué es Dickens […] Dickens consagró su genio a la descripción de la felicidad […] y existen tres notas en la Navidad que son también atributos de la felicidad”. Chesterton insiste en que esas notas son: la crisis como ámbito de la felicidad, el invierno como marco para el hogar y la fealdad como condición natural para la alegría. [Artículo completo]

¡Feliz Navidad! (2006)
“Y a mí no me importa / si vino de una estrella / o salió de una carpintería de Nazaret. / Él es el único rayo de luz / que hasta ahora ha podido atravesar / ese muro terrible del Misterio. Él abrió un boquete / ha señalado un camino… / Y la esperanza desde que Él vino / está ahí bailando alegremente / en las tinieblas cerradas del mundo…”. Estas palabras de un ateo demasiado católico, como era León Felipe, vienen muy al paso del calendario que recorre nuestras vidas. Un calendario, por laico que sea, que cuenta los años desde el acontecimiento que ha configurado el Occidente actual: el nacimiento del Cristo. [Artículo completo]

El mejor regalo en 2006
Termina un año y, como siempre, familiares, amigos, conocidos, desconocidos, medios de comunicación y figurantes de moda desean paz, alegría, deseos cumplidos, etc. para el año que arranca. El remate llega cuando una triunfito dijo: “Yo siempre digo en estas fechas que se cumplan los sueños de todos y que haya salud”. Cuando una adolescente tardía -y famosa prematura- revela públicamente su acumulada sabiduría y resulta que coincide con las recetas de casi todos... conviene ponerse a pensar. Huele a tópico del que debe prevenirse el auténtico universitario. [Artículo completo]

Paradojas navideñas (2005)
Las dos primeras preguntas que se formula el universitario frente a las realidades que se le presentan son: ¿qué es? Y ¿cuál es su sentido? Así, es bueno preguntarse cada año qué es esto de la Navidad y cuál es su sentido. Sí, cada año, porque estas dos preguntas se adentran en el ámbito del misterio, es decir, que las respuestas que nos demos, aun siendo verdaderas, no hacen sino invitarnos a plantearnos de nuevo, y más radicalmente, la pregunta. [Artículo completo]

La ‘gracia’ de la Navidad (2004)
Dicen los filósofos que existe una categoría estética llamada gracia. La gracia consiste en lograr gran expresividad con medios más bien escasos. La gracia se da, por ejemplo, cuando un bailarín es capaz de usar su pesado cuerpo para expresar el grácil aleteo del espíritu, o cuando un barrio pequeño y pobre llena de alegría sus calles utilizando materiales sencillos ordenados con cierta coherencia y buen gusto. Ese contraste entre la economía de medios y la clara expresión es lo que engendra la “gracia”. Al descubrirla, nuestro espíritu vibra con una alegría sencilla, llena, cordial. Siempre es reconfortante encontrar belleza y armonía en lo más sencillo y humilde. [Artículo completo]

Preparar la Navidad (2003)
Exceso de trabajo hasta el último momento, obligaciones consumistas, ristras de compromisos personales lamentablemente aplazados, ritos vacíos de sentido, prisas, egoísmos, intereses particulares, reproches desafortunados, los recuerdos de quienes no están, tareas pendientes, excesos en casi todo y ruido, mucho ruido sordo para no pensar demasiado. Suma de casualidades no tan casuales que traban y dificultan la única misión importante: preparar la Navidad. ¿Quién se acuerda de ella? Tantas cosas se hacen y dicen en su nombre que queda enterrada, ahogada, asfixiada, muerta. “Navidad muerta”, ¡qué contradicción! El supuestamente científico periodismo de precisión trata de encorsetar la realidad en sus categorías sociologistas y objetivantes y nos dice todo lo que se dice que es la Navidad: es decir, poco de lo que originariamente es. [Artículo completo]

Te esperan (2001)
[…] Apago la tele, desconecto Internet, callo a Perales -después de darle las gracias- y cruzo un par de puertas para charlar con mis padres, que sí han vuelto a casa por Navidad. Me quedaron muchas horas por vivir en el 2001. Algunas agrupadas y fatalmente desperdiciadas. Otros ratos, la calderilla de mi tiempo, poco aprovechados. No necesito esperar al 1 de enero para aparcar la vida de otros y vivir plenamente la mía. Feliz Navidad; gracias por leerme, pero desconecte, vaya a ayudar a los suyos con la mesa, el turrón o el Belén: hagan, juntos, que ésta sea una gran Navidad. El próximo, un gran año. La suya, una gran vida. Hic et nunc: aquí y ahora. [Artículo completo]

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