Dicen los medievales que “el bien es difusivo de sí”. Los padres fundadores de internet sostenían este principio: “Si tienes algo bueno y crees que le puede interesar a otro, compártelo”. Aunque es discutible que todo lo que nos interesa sea bueno, creo que ambos principios están muy relacionados. El segundo (un principio moral) puede considerarse como un corolario del primero (una afirmación metafísica). Por eso, una de mis inquietudes cuando defendí mi tesis es que estuviera disponible para todo el que quisiera asomarse a ella. No precisamente porque esté seguro de que sea buena, sino más bien porque si el tema no va más allá de esta entrada tendré la convicción de que no merece la pena y podré dedicarme a otra cosa.
Personalmente no me atrevo a recomendársela a nadie, porque soy consciente de que ni es una lectura amable –tiene todas las limitaciones de un texto académico– ni es ninguna “cumbre”, no ya del pensamiento sobre comunicación, sino de mi joven vida académica. Quizá me atrevería a hacer una excepción, para aquellos que, como yo, padecen de vez en cuando de insomnio. A ellos sí les invito a probar la obra, con dos posologías alternativas: a) intentar leerla; y b) tumbarse en la cama y dejarla caer sobre la cabeza desde una altura aproximada de 25 cm.
Sin embargo, dos razones me obligan a "dar noticia" de la obra a los mortales que son capaces de dormir a pierna suelta. La primera es que, a la espera de una edición más amable, sintética y madurada, esta tesis supone un primer paso en una dirección que los estudiosos consideran urgente y prioritaria: hacer dialogar las “teorías de la comunicación” con la Filosofía. La segunda razón es que mis mayores (maestros y colegas con mucha más experiencia que yo y que se han atrevido a hincarle el diente a la tesis) insisten en que debo ponerla a disposición de los estudiosos, porque en el diálogo con la comunidad académica adquirirá su verdadera dimensión (sea esta la que sea).
La tesis, en crudo, es sencilla, y nos permite comprender la posible actualidad de la obra: hasta ahora hemos pensado la comunicación social tomando como “modelos” básicos la comunicación animal, la cibernética y los medios masivos. Sin embargo, el modelo original y más fecundo para comprender la comunicación social sólo puede ser la comunicación específicamente humana y, más concretamente, el diálogo interpersonal.
Cuando hace ya 13 años yo compartía estas inquietudes con el mundo académico era mirado con extrañeza; hoy, ya es un tópico decir que la comunicación 2.0. se parece más a una “conversación” que a una “transmisión de mensajes”. Ahora bien: ¿Sirve cualquier conversación? ¿Podemos encontrar algunas notas que caractericen una conversación pertinente y fecunda de la mera palabrería? ¿Qué elementos debemos valorar para optimizar la comunicación social? ¿Qué podemos esperar de una buena comunicación? ¿Qué consecuencias puede tener una mala comunicación? Esas son las cuestiones de fondo a las que apunta la tesis, aunque queden envueltas en los problemas, justificaciones y argumentaciones críticas que era pertinente desarrollar en una primera propuesta científica.
Sin más, te dejo con el enlace a la tesis en pdf, tal y como fue presentada para su defensa en junio de 2010. Está bajo licencia creative commons y la paginación no coincide con la obra revisada y publicada en la FUE en 2012. Sin embargo, salvo correcciones formales, el contenido es idéntico, y puede ayudar al lector a valorar si le interesa adquirir la edición impresa.
Enlaces relacionados:
• ABELLÁN-GARCÍA BARRIO, Álvaro. Crítica, fundamentos y corpus disciplinar para una Teoría Dialógica de la Comunicación. Tesis doctoral dirigida por el Porf. Dr. D. Salvador Antuñano Alea y defendida en septiembre de 2010 en la Universidad Francisco de Vitoria. Versión en pdf, licencia creative commons. Compra online la edición publicada por la FUE.
• Reseña académica de la tesis, por la Dra. Dña. Elena Pedreira Souto (Comunicación y hombre, nº 8).
• ABELLÁN-GARCÍA BARRIO, Álvaro. "Teoría Dialógica de la Comunicación: devolver al hombre con el hombre al centro de la investigación", en Comunicación y hombre, nº 7, noviembre de 2011, pp. 213-222.
• Repositorio Institucional de la Universidad Francisco de Vitoria.
Entradas relacionadas:
• Filosofía de la Comunicación: existencialismo, personalismo y pensamiento dialógico.
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• De la dialéctica a la dialógica
Dr. Álvaro, me gustaría mucho poder comunicarme con usted a través de correo electrónico pues el tema en que basa su tesis será esencial en la mía, y sería muy bueno poder consultarle, soy periodista de Cuba, mi dirección es: lanegrona26@gmail.com, gracias
ResponderEliminarSerá un honor, ahora mismo la escribo por correo-e para mantenernos en contacto.
EliminarQue bien, ojalá no le moleste un nuevo interesaso. Realizo mi tesis de maestría y en esto momento creo que seria muy útil intercambiar algunos asuntos si lo tiene a bien.Soy profesor de una universida cubana. leonel@unica.cu
ResponderEliminarNo es molestia, sino alegría. Al ocurrir esto por segunda vez, me animo a sugerir, por si apareciera un tercero, que me contacte en privado por twitter o facebook, pues temo que al publicar los mails aquí se les llenen inevitablemente de spam.
EliminarHola Álvaro, no sé si llegues a leer este comentario mucho tiempo después de que publicaste este artículo, pero tengo esperanzas...
ResponderEliminarYo también usaré tu tesis para realizar la mía, de bachiller en comunicaciones. Te cuento que me gustaría mucho estar en comunicación contigo y darte la gracias por la tesis.
No te dejo mi correo, por lo que pusiste anteriormente, pero espero encontrarte en FB o Twitter, de todos modos espero tu respuesta por aquí.
¡Un saludo!
Alejandra Mendoza, desde Lima, Perú :D
Hola Alejandra! En twitter quizá es más fácil encontrarme: @AlvaroAbellan. ¡Encantado de poder ayudarte con tu tesis!
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