Así empieza el documento Misión: Facultad de Comunicación, en el que hemos trabajado juntos profesores, investigadores y profesionales vinculados a la Universidad Francisco de Vitoria. Durante todo este proceso, he tenido el privilegio de participar como redactor y coordinador, junto con el profesor José Ángel Agejas Esteban. El sentido de nuestra reflexión es doble:
- Cuestionarnos radicalmente nuestra vocación docente e investigadora preguntándonos por los presupuestos ideológicos y culturales que subyacen a las disciplinas y las profesiones vinculadas a la comunicación social.
- Renovar nuestro compromiso de formación integral con nuestros alumnos, lo que siempre nos mantiene en la tensión de mejorar los contenidos y las metodologías docentes conforme a los retos intelectuales, profesionales y vitales a los que deben enfrentarse hoy los jóvenes.
El documento recoge además un elemento diferencial en el modo de comprender la comunicación que tenemos en nuestra facultad: considerar la comunicación un arte; y al arte y al diseño, formas muy especiales de expresión que amplían nuestra experiencia de comunicación. Por eso, en la UFV, Bellas Artes y Diseño forman parte de la Facultad de Comunicación.
El resultado de esas inquietudes fue un debate apasionante entre periodistas, publicitarios, otros profesionales de medios audiovisuales, artistas, diseñadores, historiadores, filósofos… Fruto de aquellas discusiones nació el documento que hoy te presento. Los que hemos trabajo en él somos muy conscientes de sus limitaciones. No obstante, creemos que sienta las bases para un diálogo orientado a renovar los fundamentos científicos de la comunicación y su ejercicio profesional.
Estás invitado a leerlo, difundirlo, discutirlo, apoyarlo, refutarlo, comentarlo… Eso es lo que queremos. De vez en cuando, publicaré una nota comentando algunos de los puntos que me parecen especialmente significativos sobre el reto de repensar la comunicación.
· Misión: Facultad de comunicación. Ed. Universidad Francisco de Vitoria. Pozuelo de Alarcón (Madrid), junio de 2012.
Lo pensaré despacio y con gusto. Gracias por compartirlo, amigo Álvaro.
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