«Pero yo te digo que cualquier oficio se vuelve filosofía, se vuelve arte, poesía, invención, cuando el trabajador entrega a él su vida, cuando no permite que ésta se parta en dos mitades: la una, para el ideal; la otra para el menester cotidiano. Sino que convierte cotidiano menester e ideal en una misma cosa, que es, a la vez, obligación y libertad, rutina estricta e inspiración constantemente renovada».El filósofo Eugenio D’Ors describe aquí una experiencia que he tenido la suerte de vivir muchas veces. Eso me ha permitido alejarme de las actividades y trabajos que no me llenaban y luchar por aquellos en los que casi todos los retos que me presentan tienen sentido. Su propuesta no es fácil: nos invita a vivir entusiasmados, intensamente enamorados, cada momento y tarea de nuestra vida.
D’ORS, Eugenio. Aprendizaje y heroísmo. Madrid, 1915, p. 15. Encontrado en DELCLAUX, Federico. El silencio creador. Madrid, 2003, p. 87.
¿Está en mis manos vivir con entusiasmo cada minuto de mi vida?
¿Qué me propone D’Ors para lograrlo? ¿Es eso suficiente?
No hay comentarios:
Publicar un comentario